Adam Green @ OxfordArtFactory

Ayer por fin llegó la fecha en la que pudimos ir a ver un concierto de Adam Green. Llevaba persiguiéndole bastante tiempo ya que cuando vino a Barcelona no se me arregló la cosa para ir y cuando este verano tocó en Gijón (y encima gratis) yo no volvía de Cádiz hasta dos días después. Pero bueno, como decía Skeletor: «Todo le llega al que sabe esperar».

Adam Green en un momento del concierto

El teloneo corrió a cargo de SONGS, una banda bastante noisy que en ocasiones me recordaba a los Secret Machines o probablemente a Wilco. Su concierto me gustó mucho y me dejó con ganas de hacerme con su EP. Habrá que buscarlo por ahí.

Otro momento del concierto de Adam Green en Sydney

A eso de las 10 de la noche saltaba al escenario el señor Green, un torbellino de energía de dudosa procedencia que no paraba de moverse, bailar y hacer tonterías mientras hacía una performance bastante digna, todo hay que decirlo.

Tocó casi todas las canciones que quería escuchar, como Emily, Jessica, Bunny Runch, Gemstones, Morning after midnight, Carolina, Crackhouse Blues, Broadcast Beach y muchas más. Además tres de ellas fueron interpretadas por el mismo Adam Green solo en el escenario lo cual vino a echar por tierra mi teoría de «este tío no está pa tocar la guitarra ni de coña». No hizo ninguna master piece pero al menos acertaba los acordes.

En resumen una noche muy divertida que nos hizo volver a casa con una sonrisa en la cara. Siento la calidad de las fotos pero la cámara del iPhone no da para más. Andrea hizo unas cuantas e incluso un video con su cámara que espero que cuelgue pronto! El resto de las mías aquí.

Paseando por Centennial Park

Cartel del área en la que estuvimos del parque

El domingo después de comer decidimos ir a pasar la tarde a Centennial Park, uno de los grandes parques de Sydney que está relativamente cerca de nuestra casa. Al poco de llegar ya vimos a un montón de gente haciendo picnics, barbacoas, jugando al fútbol, etc… lo que nos dio bastantes ideas para sacarle partido al parque en futuros fines de semana.

Observando el parque

Lo que me sigue sorprendiendo un montón de ir a un parque en Australia es la cantidad de animales extraños que te puedes encontrar. Por ejemplo el otro día conocimos a la «paloma punkarra»:

La paloma punky. Había un montón de ellas

También estaba esta curiosa especie a la que se suele ver caminando sobre los nenúfares de los estanques.

Ave que camina sobre nenúfares

Pero lo que sin duda más llamó nuestra atención fue el enorme pelícano que se presentó delante nuestra emergiendo de uno de los estanques donde estábamos descansando. Aunque en la foto no se aprecie muy bien el bicho en cuestión me llegaba por la cintura y cuando echó a volar tenía una envergadura alucinante.

El pelícano en todo su esplendor

Acercándome al pelícano

Por último antes de emprender el camino de vuelta nos encontramos con este curioso loro blanco. Como veis uno no se aburre en los parques australianos…

Lorito blanco!

Más fotos.

Estamos en guerra

Nuestra existencia en Bondi Beach era de lo más feliz y tranquila, con una casa prácticamente nueva por la que no preocuparnos del creciente aumento de fauna en el exterior a medida que el calor empieza a apretar. Esto era así hasta hace un par de días.

Volviendo de cenar del centro llegamos a casa y nos encontramos en medio de la cocina a un inesperado visitante en forma de cucaracha enorme. Tras invitarla amablemente a abandonar nuestro hogar y ante su negativa a llevar a cabo tal acción procedimos a su ejecución. Una vez llegó el juez y se procedió a levantar el cadáver nos fuimos a la cama tratando de olvidar el inquietante episodio y clasificándolo como otro caso aislado (el segundo o tercer día de vivir aquí nos había pasado lo mismo).

El caso es que a la mañana siguiente Andrea me despertó alarmada al ver otra cucaracha correteando por la cocina. Una vez muerta consideramos necesario hacernos con algunas armas de destrucción masiva que yo mismo compraría al salir del trabajo.

Como las sospechas son que los bichos entran por los resquicios que dejan las puertas de la cristalera entre sí, me hice con un maravilloso spray que alardea de crear una barrera impenetrable durante 6 meses para cucarachas, arañas y todo tipo de crawling insects. Además también compré el mítico spray matacucarachas para las situaciones de emergencia. Y qué mejor que llegar a casa y ponerlo en práctica… Al ir a coger la caja del árbol de navidad para tirarla a la basura vi que algo salía de ella y se escondía bajo la nevera, así que lancé un ataque en forma de chorro por debajo de la misma y esperé con la zapatilla en la mano. 5 segundos me hicieron falta solo para usar mi calzado contra el suelo.

Cucaracha en la terraza de nuestra casa

Así pues procedimos a limpiar la casa al detalle y con todo tipo de productos de limpieza para a continuación rociarla con el spray impenetrable. Nos fuimos a dormir tranquilos a la espera de que no volveríamos a encontrar más bicharracos inmundos de estos.

Por la mañana al ir a desayunar me asome a la ventana y vi que efectivamente algunas cucarachas que se habían acercado para entrar en casa yacían boca arriba. También pude ver a una que había conseguido rebasar el impenetrable muro de insecticida pero no había conseguido adentrarse más de 5 centímetros en nuestra casa. Esta mañana he encontrado otra igual que esta y unas cuantas más fuera, por lo que podemos afirmar que el invento está funcionando. No saben estas a dónde se han ido a meter…

Por último comentar que el tener cucarachas en casa es una cosa de lo más común en Australia. Es la inconvenient truth mejor tapada sobre este país: El animal típico no es el canguro ni el koala, es la cucaracha. Te las encuentras en casa pero también en pubs y restaurantes (y no de mala muerte precisamente). Es una guerra perdida en la que solo te queda luchar por la batalla librada entre tus cuatro paredes. Afortunadamente esto solo ocurre en los meses de verano ya que después el frío no les gusta nada, así que paciencia y ¡¡RESISTENCIA!!

La foto que acompaña a esta entrada fue tomada esta mañana en la terraza de nuestra casa. De este palo son los bichitos que tenemos en Bondi…

Festín en la oficina

Miriam y Juan antes de ponerse al ataque

Aprovechando que la mayoría de becarios están de viaje y que ayer íbamos a estar Juan, Miriam y yo prácticamente solos en la oficina, decidimos que para hacerlo más llevadero cada uno cocinaríamos una delicatessen y las degustaríamos juntos en la sala de juntas.

Detalle del menu

Así pues el menú consistió en una gran tortilla de patata cocinada por Miriam, unos deliciosos «flamenquillos» que trajo Juan y una tortilla de espinacas que aporté yo. Personalmente me abstuve de probar mi plato pues había cenado parte de la tortilla el día anterior y puesto que había una barbaridad de comida habría sido excesivo.

Foto artística del menú

¡Habrá que repetirlo con más gente!

The Royal National Park

Vista del Royal National Park

Ayer fuimos a pasar el día al Royal National Park, un parque natural situado una hora al sur de Sydney en tren. Tiene la curiosidad de que fue el segundo del mundo en ser declarado Parque Nacional, después del de Yellowstone en los Estados Unidos.

La excursión fue bastante improvisada por lo que apenas sabíamos nada acerca del parque, así que nos bajamos del tren en Loftus y procedimos a ir caminando hasta el Visitor’s Center. Antes de llegar a este nos encontramos con una patrulla de guardabosques que nos aconsejaron sobre lo mejor que podíamos hacer dado el tiempo que nos quedaba para que terminase el día.

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Así pues primero hicimos un breve paseo hasta un mirador desde que que se podía admirar el parque y el río que lo atraviesa (foto de arriba). Cuando volvíamos de dicho mirador atrajo nuestra atención una Goanna que descansaba en el tronco de un árbol. Curioso animal a la par que grande, por suerte no atacan a los humanos (a no ser que les toques los huevecillos, claro).

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Una vez repuestos del encuentro con el lagarto nos dirigimos al Honeymoon Track, la ruta que nos llevaría hasta el Visitor’s Center. Un camino bastante empinado y lleno de piedras desde el que se podía ver un montón de vegetación y muchas cacatúas.

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Para terminar el día decidimos alquilar unas mountain bikes para hacer una ruta que discurría unos 10km paralela al río. Fue otra forma diferente y muy interesante de ver el parque. A eso de las cinco de la tarde devolvimos las bicicletas y tras descansar un poco a la vera del río emprendimos nuevamente el HoneyMoon Track para volver a Loftus y coger el tren de vuelta a Sydney.

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Un día intenso y agotador del que podéis ver más fotos aquí.

Los lagos Tekapo y Pukaki

El lago Tekapo con el arco iris de fondo

Una de las cosas que más me llamaron la atención del viaje a Nueva Zelanda fueron los lagos Tekapo y Pukaki. Se trata de dos lagos situados en la parte central de la Isla Sur que fueron formados hace cientos de años por medio de la actividad de los glaciares. Su mayor peculiaridad es la tonalidad de sus aguas de un azul completamente turquesa ocasionado por los sedimentos de roca glaciar que contienen, es realmente espectacular.

Planta de las proximidades del lago Tekapo

Además también destaca la vegetación que los rodea, cientos de plantas como las de la foto con flores de todos los colores. Es una imagen bellísima y más si tienes suerte y te acompaña el Arco Iris como nos pasó a nosotros.

Aunque si tuviese que elegir lo que más me gustó de todo sin duda diría que el lugar donde pasamos la noche. Viajando en una caravana tienes tus ventajas e inconvenientes. Sin duda en una cama de verdad se duerme más cómodo y tienes más sitio para vivir pero en la caravana puedes dormir en cualquier sitio, y aquí fue donde nosotros pasamos la noche en el lago Pukaki (podéis hacer click para agrandarla).

Lake Pukaki

A medida que oscurecía las nubes se fueron yendo y sin ningún foco emisor de luz en kilómetros a la redonda la visión del cielo estrellado era espectacular, por fin pudimos presenciar las estrellas del hemisferio sur así como alguna que otra estrella fugaz.

Back from New Zealand

Lake Tekapo con el arco iris

Han pasado ya unos días desde nuestra llegada de Nueva Zelanda y aún no había puesto nada por aquí. Resulta que la semana está siendo más ajetreada de lo normal, entre el trabajo, la organización del viaje de Navidad y los eventos de por las tardes (el lunes concierto de jazz y ayer preestreno de Vicky, Cristina, Barcelona invitados por la Camara de Comercio Española) no sacaba tiempo para escribir un post.

De hecho no pretendo contar nada hoy, solo comentaros que he creado una nueva colección en Flickr con todas las fotos del viaje separadas en diferentes sets dependiendo de la zona donde están tomadas.

Espero poder contar cosillas estos días pero de momento tendréis que contentaros con ver las fotos sin explicaciones… Simplemente una anécdota: la foto que publiqué en el anterior post (Lake Mariane) fue casi el único emplazamiento que no pudimos ver debido a las condiciones meteorológicas junto con el Fox Glacier. Una pena…

Destination New Zealand

Lake Marian en Fiordland
Foto Wikipedia

Esta tarde en cuanto salga del trabajo me reuniré con Andrea en la estación de Central para ir los dos camino del aeropuerto donde iniciaremos nuestro viaje a Nueva Zelanda. Estaremos en la Isla Sur desde hoy hasta el sábado que viene, día en que llegaremos a Wellington en lo que será nuestro único acercamiento a la Isla Norte. El domingo 30 estaremos de vuelta.

Para movernos por toda la isla hemos alquilado una caravana totalmente equipada para dormir y cocinar en ella. La única preocupación que tenemos es el tiempo, pues parece que no se pronostica muy bueno… ¡A la vuelta contaremos la aventura con todo lujo de detalles!

La caravana que hemos alquilado

Andrea se ha currado un post mucho mejor que este en el que explica el itinerario que vamos a seguir. ¡No dejéis de visitarlo!

Así pues este blog permanecerá cerrado por vacaciones hasta el próximo día 1 de diciembre. Andrea y yo nos vamos de paseo por la Tierra Media.

Premiere de Australia

Alfombra roja en George St

Ayer nos acercamos al centro con motivo de la premier de Australia, la nueva pelicula de Nicole Kidman y Hugh Jackman. Nos hacía gracia ver una cosa así porque nunca antes habíamos asistido a la alfombra roja de una premiere. Así que después de trabajar, cámara en mano nos dirigimos a George Street.

Llegamos una hora y media antes de que supuestamente fuesen a llegar los protagonistas y el sitio ya estaba lleno, así que nos colocamos en uno de los rincones donde aún se podía entrar. la entrada del cine estaba más o menos a mitad de la alfombra roja, y nosotros estábamos a uno de los extremos con lo que existía el riesgo de que entrasen por el otro extremo y ni les viésemos.

Pues así fue, parece que nos colocamos en el extremo por el que entraban los mindundis y nos tuvimos que conformar con escuchar los gritos de la gente cuando llegaba la Kidman. Eso sí, yo tiré unas cuantas fotos a los «don nadies» y no quiero cerrar este post sin dedicarle un homenaje al señor del sombrero, todo un grande al venir de esta guisa entre todos los trajeados que por allí se paseaban.

El señor del sombrero. Grande!

Una hora y media de pie para no ver nada, y por si fuera poco lloviendo. Mira que estábamos bien en casita…

Los murciélagos australianos

Al poco tiempo de llegar me hablaron de los murciélagos que habitaban Sydney. Me contaron de ellos que eran tan grandes o más que gaviotas, que durante las noches podías ver a cientos de ellos sobrevolando la ciudad y que cuando durante el día te acercabas por el Domain podías verlos durmiendo colgados de los árboles.

Murciélagos sobre los árboles

Toda esta historia es en general un «si no lo veo no lo creo». Hasta que los ves realmente. La primera vez que vi a los murciélagos volando sobre Hyde Park me fascinó que no se mueven como los que podemos encontrar en España, moviendo sus alas muy rápido y variando constantemente el rumbo. No, estos se mueven igual que lo hace un pájaro normal, con un aleteo lento y uniforme y volando con rumbo fijo. Cuando ves un murciélago del tamaño de estos volando tal cual se te ponen los pelos de punta.

Más murciélagos colgando de los árboles

La segunda vez que vi en serio a estos bichos fue cuando grabé el vídeo que acompaña al post. Nos dirigíamos a cenar a un restaurante italiano en Crown Street para despedir a Marcos, el becario IVEX que nos abandonó la semana pasada. En un momento dado me dio por mirar al cielo y descubrí una nube de miles de murciélagos que estaba sobrevolando Hyde Park. Lástima que en el vídeo no se aprecien bien por la falta de luz, realmente era un espectáculo sin igual.

El domingo tuvimos nuestro tercer encuentro. Puesto que íbamos a pasear por el Domain, uno de mis objetivos era poder retratarlos descansando en los árboles del parque. En un principio iba con la idea de fijarme bien en los árboles, puesto que imaginaba que no serían fácilmente visibles. Nada más lejos de la realidad, a medida que te adentras en el parque llega un momento en el que se te hace literalmente imposible no verlos. Los árboles están cargados hasta arriba de estos mamíferos como si de frutos se tratase. Y qué tamaño tienen, oiga. Supongo que contrastando en las fotos a los murciélagos con las ramas de los árboles y sus hojas os podéis hacer una idea…

Un árbol cargado de murciélagos

NOTA: Una vez subido el vídeo a YouTube y visualizado en el PC de la oficina no consigo ver murciélagos… Lo dejo ahí de todas formas por si en vuestros equipos hay más suerte…

Enlace a la galería de Flickr.