Antes que nada pedir disculpas por no actualizar en todo este tiempo. La semana pasada fue bastante movida y no tuve mucho tiempo para dedicar a estas cosas y esta semana ya estoy con las nuevas asignaturas del ultimo quarter asi que haré lo que pueda…

El pasado sábado fuimos por fin a patinar sobre el mar. La verdad que me sorprendió bastante lo bien montado que lo tienen. El centro de Luleå está en una especie de península y estos suecos se han currado una pista de hielo que rodea todo el centro de manera que puedes dar la vuelta a la ciudad patinando sobre el mar. No se cuántos kilómetros serán pero acabamos bastante cansados ya que apenas había sitios para descansar. Al final nos lo pasamos muy bien los 8 osados que nos aventuramos a madrugar un sábado… Una experiencia totalmente recomendable y que espero repetir antes de que el mar se derrita.

La mañana terminó en una isla cerca de la ciudad a la que también se llega patinando en la que hicimos una parrillada. Despues de volver caminando sobre las aguas nos tomamos un café en el centro y volvimos a casa para dormir la siesta antes de salir a disfrutar del Saturday night.

Algunas fotillos…

Posando con estilo después de estar viendo el día anterior los campeonatos del mundo de patinaje artístico.

Andrea y Santi también se animaron a dar espectáculo.

Una vista de Luleå City desde la isla donde hicimos la parrillada. Como véis nos metimos bastante mar adentro ya que la foto está tomada con el zoom a tope.

Esta foto es para Edu. De momento no he conseguido ver un autobús sobre el mar pero sirva el coche que iba repasando la pista de patinaje… Aunque sin duda la capa de hielo que hay ahora podría aguantar un autobús. De hecho son bastante frecuentes por esta zona las ice roads que se construyen en invierno para unir las miles de islitas que hay, atravesar lagos de forma más directa, etc…

Por último, ya que se ha puesto tan de moda usar youTube en los blogs, dejo un vídeo en el que queda patente nuestro estilazo con los patines… 😀

michi como siempre sin tener una buena idea!!!!

Una curiosa foto tomada desde el avión a la hora de comenzar nuestro viaje a Riga y Tallin de hace unos días. La imagen está tomada durante el vuelo Luleå-Stockholm.

No se lo que nos durará el mar así porque hoy ya hemos llegado casi a 10º. Si, sobre cero a pesar de que en la noche volvamos a bajar a los -10ºC… Este fin de semana aprovecharemos para ir a patinar sobre el mar por ta carretera de hielo que hay en torno al pueblo, ya os contaré qué tal.

A las 6 de la mañana sonaba el despertador (otra vez…) y la luz ya entraba a borbotones dentro de nuestro hotel particular. No se como durmieron el resto pero mi noche fue bastante buena, tan solo me desperté una vez a eso de las 3:30 y después ya tiré hasta las 6. Lo del frío bastante soportable, como decía en el post anterior tan solo por la cara.

Una vez salimos del iglú y recogimos todas nuestras pertenencias Michi y Jorge se empeñaron en que había que destruirlo. Así pues, sin pensarselo dos veces los dos se subieron a la cima del iglú y se pusieron a dar saltos. Fue ahí donde descubrimos lo resistentes que pueden llegar a ser 20cm de nieve. La unica forma de hacer un agujero fue clavando la pala. El iglú resistió y mucho!

Tras esto abandonamos nuestro «hogar» y subimos al meeting point para tomar el desayuno (otra vez rancho militar total) y salir hacia la base de nuevo. En la base poco faltaba por hacer, simplemente entregar el material que nos habían dejado. Salvo la camiseta y los pantalones térmicos que los tiraron a lavar, el resto lo metimos en unas naves enormes que hacían la labor de una secadora. Si, solo lavan lo de adentro, lo demás lo secan y pista! Menos mal que de esto nos enteramos justo al final…

Por lo demás el día no dio mucho más de sí, despues de devolver el material fuimos al comedor para tomarnos la última comida militar y tomamos el bus de vuelta a casa. Al llegar, café en el Kåren y a descansar en casa!

Intentando abrir un hueco a paladas en el techo del iglú

It’s time to have breakfast!

Una de las naves que hacían las veces de secadora

El spanish team al completo con el mayor Tony Gustaffson.

Foto familiar, los españoles y Håkan!

El día empezó bastante temprano… A las 6 en pie para tomar el desayuno ya que a las 7 habíamos quedado con el militar que nos hacía de guía para que nos diese una mini charla sobre la equipación que utilizan en el ejército para sobrevivir en situaciones extremas. Nos habló de todo tipo de gadgets además de las ropas que utilizan, los sacos de dormir, etc… La verdad es que resultó un tanto aburrido y además todos estabamos cansadísimos. Después de esto nos dieron un tiempo para vestirnos con nuestro «uniforme militar» y volvimos a la zona de acampada.

Al llegar allí pudimos comprobar que efectivamente la estructura de la nieve había cambiado durante la noche y la montaña que habíamos levantado el día antes se había convertido en un duro caparazón de nieve. Así pues, cogimos un par de palas y nos pusimos manos a la obra. El primer paso (obviamente) era hacer la puerta del iglú. El objetivo es que la «cama» esté a una altura superior a la puerta para que el aire caliente se quede a nuestra altura y así poder tener una temperatura más «asequible» en el interior que en el exterior.

El proceso fue el siguiente: primero se abre un agujero del tamaño de la espalda del mayor integrante del grupo que servirá de puerta. Por supuesto este ha de estar a ras de suelo. Se cava más o menos un metro hacia el interior y después se cava otro metro hacia cada lado como haciendo una T. El siguiente paso es empezar a cavar hacia arriba hasta llegar a un poco más arriba de la puerta y despues empezar a sacar nieve de adentro dejando la altura a la que quedará la cama.

Tuvimos que sacar una cantidad de nieve impresionante, la verdad que acabamos muy cansados. Por suerte la nieve del interior del iglú está bastante blanda y no es dificil sacar paladas pero claro, al tener que sacar toda la nieve por el agujero de la puerta…

Una vez tuvimos terminado el iglú hicimos un fuego delante para calentarnos un poco y cuando cayó la noche subimos al punto de encuentro donde cenamos tambien frente al fuego y nos quedamos hasta bien entrada la noche disfrutando de un cielo estrrellado como nunca habíamos visto. Después de estar un buen rato los cuatro españoles en torno al fuego decidimos bajar a dormir al iglú.

El camino de vuelta fue bastante desastroso… El suelo estaba muy helado y no habia ni una luz. Yo creo que me caí como 4 veces pero nada, sin consecuencias graves :). Al llegar al iglú comprobamos lo dificil que es prepararse para dormir alli dentro. Pensad que es TODO nieve, y para vestirse sin tocar la nieve es muy dificil y claro, como pises sobre nieve o algo ya la has fastidiado porque tendras que dormir sobre mojado y frío. Afortunadamente todo salio muy bien y los sacos de dormir cumplieron su trabajo a la perfección. La única pega era la dureza del «colchón» y el frío que pasamos en la cara.

Aqui tenemos a Michi que fue el encargado de abrir la puerta del iglú

Poco después… ¡ya caben dos personas dentro!

Anda, ¡¡si ya cabemos los tres dentro!!

Jorgito se encargó de avanzar una buena parte hacia adentro.

De vez en cuando había que tomarse un ‘break’… Lo pasé un pelín mal cuando se me empaparon todos mis pares de guantes… jeje

Después del duro trabajo… ¿Qué mejor que unos choricinos cocinados en la hoguera?

Esta era la pinta que tenía a la hora de irme a la cama. Como véis lo unico que queda a la intemperie es la cara…

Hace unos minutos, de la que volvía de casa de Paco y Michi de cenar tuve la oportunidad de ver una de las mejores auroras boreales que he visto hasta ahora, de hecho creo que ha sido la mejor. Todo el cielo estaba dibujado con columnas verticales de distintos colores: blanco, rojo, verde… una pasada. Lástima de no llevar la cámara pero no creo que se hubiese podido ver en las fotos debido a la luz de las farolas de aquí de Bjorkskatan.

Cambiando de tema, mañana me voy de viaje a Estonia y Letonia. Visitaremos Riga y Tallin y volveremos a Luleå el lunes que viene así que siento decir a todos los lectores que esperaban la segunda y tercera parte de la construcción del iglú que tendrán que esperarse a la vuelta… Lo siento…

Por supuesto en su dia llegará también la crónica de este nuevo viaje!

Hasta la semana que viene!

De sobra es sabido por todos que la vida del erasmus es dura no solo por tener que estudiar en una universidad distinta, otro idioma, etc… Sino porque también hay que encargarse de lo que podríamos denominar «labores del hogar». Pues bien, de vez en cuando, por un cúmulo de circunstancias, muchas clases, muchas fiestas, hay que ir a esquiar, etc… a veces este aspecto se descuida un poco hasta que ya llega un día que te levantas y dices: «Pero donde coño estoy viviendo??» Y te pones a limpiar…

A continuación un reportaje gráfico que hace valer más que nunca el refrán «Una imagen vale más que mil palabras».

Antes (I)

Antes (y II)

Después (I)

Después (y II)

La verdad es que ahora si que apetece sentarse en la mesa a postear 🙂