Un día normal aquí en Sydney empieza levantándonos a las 7. Ducha, desayuno, enfundarse el traje y la chaqueta y saltando a la calle a buscar el autobús. Después de 10-15 minutos de autobús cambiamos al tren en Bondi Junction. Una parada después yo ya he llegado y Andrea sigue hacia su trabajo hasta donde le quedan otros 40 minutos de tren.
Yo llego a la oficina en torno a las 8, enciendo mi ordenador, envío un correo de que he llegado (control de asistencia de tecnología punta) y me voy a la sala de servidores a cambiar la cinta de backup para que la siguiente noche la copia de seguridad vaya como la seda. Aquí se puede decir que ya he cumplido, como cuando Desmond metía la combinación de números y pulsaba Execute cada 108 minutos.
A partir de aquí cada día es variable. A veces se atascan las impresoras, otras veces hay que dar soporte de office, se cae la red, hay que escanear papeles, introducir contactos en el Outlook de la jefa para sincronizar su BlackBerry, escanear papeles, introducir contactos en Outlook, escanear tarjetas de visita, introducirlas como contactos en Outlook, escaner, Outlook, escaner, Outlook, etc… Estas arduas tareas se ven truncadas entre las 12.30 y las 13.00 para proceder a la ingestión diaria de alimentos en el proceso denominado como hora de la comida.
Como veis puede parecer un trabajo monótono o aburrido pero a veces me siento muy afortunado porque me tocan tareas super interesantes, como cambiar todos los teléfonos de los 700 contactos de la jefa porque están almacenados con el prefijo australiano (+61) y la BlackBerry no los reconoce cuando le llaman. ¿No es para dar saltos de alegría?
En fin, no todo podía ser bueno en este gran año que estoy viviendo no? Por suerte también quedan ratos libres que estoy dedicando a reciclarme un poco y aprender programación en Mac OS X con Cocoa. Así al menos podré decir al volver que este año he aprendido algo. Ah, a esto y a pasar horas en Facebook…
No quiero con esto desanimar a los que os estáis planteando hacer una beca ICEX, que sé que algunos pensáis en apuntaros en un futuro. Solo os aconsejo que la aceptéis dependiendo del destino que os den. En mi opinión es lo único que merece la pena.