El otro día en Featherdale tuvimos la suerte de presenciar en primera persona uno de esos acontecimientos tan curiosos que son las peleas de canguros. El espectáculo lo protagonizaron dos jóvenes wallabies que primero zarandearon con los puños, después se quedaron agarrados uno al otro y por último se sacudieron de patadas.
He aquí una secuencia de instantáneas del suceso.
¡Tela marinera, oigan!
¡Pero no llevan guantes de boxeo!
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Seguro que uno le soltó ese piropo tan bonico y tan sentío de «si tus ojos fueran sartenes, me se freirían los huevos» a la novia del otro y ¡hala! ¡Ya está liada!
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te das cuenta que una foto puede romper con los mitos,,,,,,,
que miedo el koala y lo de los canguros acoj…………….
Un saludo .
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