El tercer día amanecimos a las cinco y media de la mañana con el Gong del templo que anunciaba el inicio de la ceremonia matutina a las 6 de la mañana. Procedimos a bajar a la capilla donde el mismo monje que había conducido la meditación del día anterior presidía el acto rodeado del resto de monjes del templo quienes cantaban sin parar.
Tras un buen rato de cánticos el monje principal dio un largo sermón en Japonés seguido de una breve explicación en inglés tras la cual nos instó a dirigirnos a la sala donde nos darían el desayuno. El desayuno consistió en un nuevo surtido de productos veganos aunque en menor cantidad que en la cena del día anterior (una bandeja menos).
Después de desayunar nos despedimos del templo y comenzamos el viaje hacia Nara, primero en autobús, después en tren cremallera y por último en un par de trenes más, uno que nos llevó hasta casi Osaka y el último en el que estrenamos nuestro JapanRail Pass que ya nos dejó en Nara.
En la estación de Nara nos esperaba Roger, el novio de Anna la amiga de Andrea. No habíamos podido contactar con él pero gracias a que Andrea le había enviado nuestro planning el hombre se plantó allí a la hora que más o menos teníamos pensado llegar y el azar quiso que nos encontrásemos.
Tras dejar las maletas en una consigna nos lanzamos a conocer el pueblecito de Nara. Lo primero que fuimos a visitar fue un templo budista que en sus inmediaciones contaba con una pagoda de cinco pisos bastante espectacular.
A continuación seguimos caminando hasta llegar a un parque donde ya pudimos ver a los primeros cervatillos. Estos animales campan a sus anchas por los parques de Nara buscando comida de los múltiples turistas que pasean por la ciudad. Estuvimos un rato con ellos haciéndonos unas fotos antes de proseguir.
La siguiente parada era el principal highlight de nara, el templo que constituye el edificio de madera más grande del mundo. Una construcción alucinante hecho para albergar en su interior a uno de los mayores Buddah de bronce existentes, nada menos que 16 metros de altura.
Después de esto llegó la hora de comer y aprovechando el día tan perfecto que hacía nos compramos algo de take away y lo comimos sentados en el césped vigilando que los ciervos no se acercasen demasiado.
Después de comer seguimos paseando por un parque en el que pudimos ver un par de templos más y aprovechamos para probar el mítico helado de té verde que todo el mundo saborea en Japón.
Cuando empezaba a atardecer el cansancio empezaba a apoderarse de nuestros cuerpos por lo que decidimos emprender el camino de vuelta a la estación para dirigirnos a Kyoto, donde pasaríamos los siguientes dos días.
Hasta Kyoto nos acompañaron también Roger y una señora neozelandesa que estaba viajando con él desde hacía un par de días. Como él ya había estado en la ciudad hacía unas semanas se ofreció a llevarnos a un buen restaurante en el que podías cocinarte una parrilla en tu propia mesa. Pedimos dos tipos de carne de ternera que resultó ser deliciosa, la textura era similar a la del cerdo ibérico con la grasa entrelazada por los músculos, ¡se deshacía en la boca!
Acompañamos la carne con un par de surtidos de verduras a la parrilla.
Después de cenar dimos un paseo por Kyoto y Andrea y yo ya nos volvimos a descansar al ryokan, un tipo de alojamiento tradicional japonés en el que duermes en una habitación similar a la que teníamos en el templo, con tatami y futon.
¡Helado de té verde! Caray, no me imagino tomándolo. Así que productos veganos ¡pues genial! tenían que quitar las granjas de pollos en las que no tienen espacio, pero hay mucha gente que se cree superior a los pollos, cuando en realidad somos inferiores. Y muchas granjas podrían ser granjas escuela. Tengo 4 páginas favoritas en Facebook, y una va dedicada a la reconversión de explotaciones ganaderas. Lugar que pisamos los humanos… ¿te acuedas de Atila?
Por otra parte, si nos cargamos Oriente, nos cargaremos la única forma de salvar a Occidente, con su cultura del ocio absolutamente ridícula.
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muy buenas victor.conoci a tu padre este viernes pasao y me comento de tu aficion a la fotografia.lo poco que he visto me ha gustado.ya estamos en contacto.
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