Parece que últimamente nos ha dado la vena de los animalillos y si el otro día fuimos al zoo el pasado domingo lo habíamos reservado para ir al Featherdale Wildlife Park. El parque en cuestión, situado en el pueblo de Blacktown a unos 35 kilómetros de Sydney tiene una colección privada de animales australianos que en el caso de los canguros, wallabies, etc. campan a sus anchas por el recinto conviviendo en espacio con el visitante humano.
Puedes alimentar a los canguros, hacerte fotos con los koalas, tocar a los wombats… Por lo demás podríamos decir que es un zoo como otro cualquiera pero especializado en la fauna autóctona.
En principio teníamos pensado pasar el día allí y nos llevamos todo el picnic para estar de diez a cinco de la tarde que cerrasen. Cuando ya habíamos visto todo nos dimos cuenta de que apenas eran las doce del mediodía por lo que decidimos aprovechar el veraniego día y pasar la tarde en Manly y Balmoral.
Os dejo con algunas fotos de animales del parque. Tenéis más en el set de Flickr.
Uno de los emúes que campaban a sus anchas entre la gente.
Este murciélago no paraba de seguirme con la mirada, parecía como si me suplicase que le sacara de su prisión y le llevase conmigo al Domain.
El cassowary, el ave australiano más pesado. Su ataque puede resultar mortal para el ser humano, bien sea por que te clave su cresta en el pecho o porque te raje el cuello o la tripa con su afiladísima uña del dedo medio.
El echidna es otro de los animáles típicos del país austral, es como un erizo con pico de pato.
Además también pudimos ver algunas rarezas como estos wallaroos albinos o el pavo real también albino de la imagen inferior.