Tras pasar una plácida noche en la tranquilidad de Munduk nos tocaba salir hacia el sur, hacia la zona más turística de la isla: Kuta y Seminyak.
Antes de llegar a las tierras sureñas nos detuvimos a tomar algo en una terraza que encontramos frente a unos preciosos campos de arroz.
Tras tomarnos una Coca-cola y una Fanta que nos costaron en total unos 0,60€, pusimos rumbo a Seminyak, a donde no queríamos llegar muy tarde puesto que quería llevar a Andrea a comer al Breeze, un restaurante que habia descubierto gracias a Xevi.
En un principio nuestra intención era pasar la noche en Seminyak y disfrutar de su playa y alrededores pero al llegar allí nos llevamos una profunda decepción. Cuando vienes de pasar 4 días en la Indonesia profunda y te encuentras con un pueblo caótico lleno de turistas occidentales que solo buscan fiesta y fiesta lo único en lo que piensas es en salir de allí disparado.
Fuimos a comer a Breeze y realmente fue un acierto, la comida estaba excelente y la ubicación del restaurante es inmejorable, justo delante de la playa.
Por la tarde estuvimos en la playa de Seminyak y ya después de comer decidimos que iríamos más al sur a buscar alojamiento, por lo que nos pusimos en marcha hacia los pueblos del sur de Denpasar.
El primero en el que recaímos fue Jimbaran, que nos encantó por su playa plagada de terrazas de restaurantes directamente sobre la arena. Decidimos buscar un albergue por allí y tuvimos suerte de encontrar una guest house con muy buena pinta. Nos establecimos allí y nos dirigimos a la playa disfrutar de la puesta de sol mientras nos bebíamos un coco.
Así acabamos nuestro penúltimo día en Bali, el siguiente ya tendríamos que tomar el avión de vuelta.
Es como ver el programa del canal Viajar de los socorristas de Kuta beach xDD
Un saludo!
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Desde luego, lo que no se pueda hacer frente al mar. ¡Qué felices esos 2 críos de la isla, jugando a la pelota!
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Bellas imágenes .. Me encanta ir a Bali.
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